El cambio climático antropogénico es uno de los fenómenos más desafiantes que enfrentan las poblaciones y ecosistemas a nivel global. Este es provocado por el aumento de la temperatura media global, debido a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) provenientes de las actividades humanas. Esta condición genera variaciones en el estado del clima, como aumento de la temperatura, incremento de la frecuencia e intensidad de eventos extremos, disminución de las precipitaciones entre otros y por consiguiente, causa impactos sobre los sistemas humanos y naturales. En las últimas décadas en Costa Rica, según MINAE (2018), se han observado cambios importantes en los patrones de precipitación y un aumento en las temperaturas atribuidos al cambio climático. Estas condiciones están generando cambios en la frecuencia e intensidad de los eventos hidrometeorológicos, así como aumento del nivel del mar, inundaciones, deslizamientos, erosión costera, entre otros. Los impactos de estos eventos en combinación con otros factores físicos (ej. pendiente, cuerpos de agua, tipos de suelo, entre otros) están provocando graves daños materiales y pérdidas para el sector económico, ambiental y humano afectando de una manera considerable los activos de desarrollo del país.